Tras el cierre de la Conferencia de Ginebra sin hallar luz en el sangriento
túnel sirio y el ataque terrorista en el Sinaí a escasos metros de su principal
ciudad-balneario (Eilat), los israelíes ven con temor cómo Al Qaeda se
agolpa en sus fronteras. La Yihad Mundial, presente en sus vecinos
Siria, Egipto, Líbano y Gaza, se configura como la gran amenaza para
Israel. "Lo que más nos preocupa hoy", revela a EL MUNDO un oficial
de la Inteligencia.
El atentado cerca del paso fronterizo de Taba no sorprendió a la cúpula
militar israelí que desde la caída del presidente islamista Mohamed Mursi ha
estrechado la cooperación con la Inteligencia egipcia. Ansar Beit al Maqdis es
un viejo conocido de Israel. No sólo ha disparado recientemente varios misiles
contra Eilat sino que es el responsable-junto a un grupo palestino de Gaza- del
atentado que en el 2011 mató a ocho israelíes. "El interés de Israel y
Egipto es mantener la calma en el Sinaí y la frontera", nos comenta un
miembro del Estado Mayor.
Con todo, su gran preocupación está al norte y se llama Siria. Los
israelíes asumen con resignación que Bashar Asad seguirá al pie del cañón
-nunca mejor dicho- y que los yihadistas aspiran a romper tarde o temprano la
tensa calma en la frontera.
"Si observo el futuro de Siria y tiro una moneda, en cualquier caso
sale negativo", valora el jefe del Ejército, Benny Gantz, consciente que
ningún escenario le invita al optimismo. En Siria, luchan sus dos enemigos: el
régimen de Asad del eje chií liderado por Irán y el grupo Hizbulá contra la
amalgama suní de grupos yihadistas. Inspirados y en muchos casos instruidos por
la red de Aymán al-Zawahirí, su slógan es simple: "Cuando acabemos con
Asad, iremos a por los israelíes".
¿Qué le conviene a Israel?
¿A Israel le conviene Asad o Al Qaeda? Mientras algunos ministros responden
que es "elegir entre la peste y el cólera", el responsable de
operaciones militares, Yoav Har- Even, apunta: "Lo que nos conviene es un
acuerdo político porque la inestabilidad incrementa la amenaza en nuestra
frontera y alienta a los 20.000 miembros de la Yihad en Siria".
Entrevistado por Yediot Ajaronot, no tiene dudas de que "cuando acaben de
ocuparse de Asad, será nuestro turno. No han venido a Siria sólo a luchar sino
a quedarse con una estrategia y visión. Están ya en el sur del Golán, en Deraa
y preocupan mucho a Israel, Jordania y EE.UU".
Si toma el vaso medio lleno, Israel vive una situación geoestratégica
positiva: ralentización del proyecto nuclear iraní (acuerdo diplomático),
los problemas de Hizbulá (muere y mata por Asad), aislamiento de Hamas
(enfrentamiento con Egipto) y por primera vez los ejércitos sirios y egipcios
(enfrascados en sus guerras) no son amenaza real. El vaso medio vacío señala
que el caos ha permitido la pujanza de la Yihad con más de 50 grupos armados en
la zona.
"La presencia yihadista en Siria, no sólo en el Golán, es un gran
peligro para Israel y otros países. Si logran controlar Siria, posibilidad hoy
poco probable, significaría que un país estratégico cae en manos de la Yihad.
Podría constituir Casus belli para Israel y otros actores regionales",
afirma el especialista en Yihad y terrorismo, Yoram Schweitzer.
Este analista del Instituto de Investigación para la Seguridad Nacional
(INSS, en inglés) explica a ELMUNDO que "la columna vertebral de Al Qaeda
se debilitó tras los ataques contra sus líderes empezando por Osama Bin Laden
pero supo aprovechar la Primavera Árabe para extender su poder".
Schweitzer recuerda que "se dijo que la Primavera Árabe acabaría con Al
Qaeda pero se ha convertido en su tabla de salvación aprovechando la
inestabilidad en regimenes debilitados y llenos de armas. Al Qaeda intenta
convertir la Primavera Árabe en Islámica".
Con motivo del 65 aniversario del Estado judío, al-Zawahirí regaló un
video: "La Yihad contra Israel es una obligación de todo musulmán, sea
palestino o no". Exigió infiltrarse en Siria para usarlo como plataforma
contra Israel. "Si son tan crueles con otros musulmanes, imagínese lo que
harían con los judíos", advierten en un país que se blinda como una
fortaleza moderna.
Se llamen Jabhat al-Nusra (Siria), Ansar Beit Al Makdis (Sinaí), Brigadas
Abdullah Azzam (Líbano) y Gish Al Islam (Gaza), los yihadistas ya saben lo que
es lanzar proyectiles contra Israel. Quizá el prólogo de una nueva guerra, muy
diferente a las anteriores, en Oriente Próximo.
Fuente: el mundo.es
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