El
primer ministro, Biniamín Netanyahu, pidió a todos sus ministros y
diputados del partido Likud que dejen de hablar sobre la reelección
del presidente Barack Obama y de sus posibles consecuencias para
Israel.
La
orden, de la que informa el diario Yediot Aharonot, sigue a una serie
de declaraciones "poco diplomáticas" por parte de
representantes del Gobierno y del parlamento.
"En
la oficina del primer ministro están tensos por la reacciones
negativas que han sido difundidas", dijo un destacado dirigente
del Likud, que preside Netanyahu.
Según
la fuente, su oficina ha enviado una circular por SMS a todos los
ministros, funcionarios y diputados ordenándoles no hablar de la
reelección de Obama sin coordinarlo antes con él, ante el temor de
que esto pueda provocar un mayor enfriamiento de las relaciones entre
ambos mandatarios.
Desde
que se han conocido los resultados varios dirigentes nacionalistas
han mostrado su decepción de que no saliera vencedor el aspirante
republicano, Mitt Romney.
"Israel
no se doblegará ante Obama. No tenemos en quién confiar más que en
nosotros mismos", afirmó el diputado likudista Dani Danón,
considerado en muchas ocasiones la voz oficiosa del jefe del Gobierno
en declaraciones que no puede hacer por sí mismo.
Otros
dirigentes, desde el anonimato, señalaron que "Obama no es
bueno para Israel y nuestro temor es que ahora empiece a ejercer
presiones sobre Israel para que haga concesiones a cambio de nada,
debido a las frías relaciones entre él y Netanyahu".
Un
tercero que abiertamente había expresado su apoyo a Mitt Romney en
la campaña -no escasearon en la derecha estos últimos meses-, se
lamentó del resultado pero consideró que "a pesar de la
decepción estoy convencido de que ambos trabajarán juntos".
Frente
a estos comentarios, Netanyahu se limitó a enviar un escueto
comunicado en el que felicitaba al vencedor y expresaba su
disposición a trabajar con él.
"La
alianza estratégica entre EEUU es Israel es más fuerte que nunca.
Seguiré trabajando con el presidente Obama para garantizar los
intereses que son vitales para la seguridad de los ciudadanos
israelíes", señaló.
El
primer ministro se entrevistó con el embajador estadounidense, Dan
Shapiro, a quien dijo que "EEUU ha demostrado de nuevo por qué
es la democracia más grande del mundo" y reiteró su
disposición a trabajar con él.
"Las
relaciones de seguridad entre EEUU e Israel son sólidas como una
roca. Espero trabajar con él para seguir fortaleciendo nuestras
relaciones y avanzar hacia el objetivo de la paz y la seguridad",
indicó.
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