Los
estrategas militares israelíes habrían concluido que un ataque
convencional contra las instalaciones nucleares de Irán podría
fracasar tras encontrarse evidencias de que la República Islámica
ha escondido sus instalaciones de enriquecimiento de uranio en las
montañas a profundidades mucho mayores de lo que se había
sospechado anteriormente, según un reporte del periódico Sunday
Times.
"Los
planes de Israel han estado evolucionando constantemente en los
últimos años de acuerdo con el avance de los iraníes", dijo
una alta fuente de Defensa al rotativo londinense.
Los
expertos militares occidentales indican que a raíz del nuevo
panorama Israel tiene dos alternativas: o desplegar fuerzas
especiales en el terreno o emplear misiles balísticos que porten
pequeñas ojivas nucleares tácticas.
Los
especialistas sostienen que gran parte del sitio de enriquecimiento
de uranio de Fordo, cavado cerca de la ciudad sagrada de Qom, está
ahora en una "zona de inmunidad" a salvo de los ataques
aéreos convencionales.
La
expresión zona de inmunidad fue acuñada por el ministro de Defensa,
Ehud Barak, para poner de relieve que el tiempo se está acabando
para Israel a medida que Irán se acerca a la producción de un arma
nuclear.
Una
investigación del canal 2 de la televisión israelí reveló que el
primer ministro, Biniamín Netanyahu y el ministro de Defensa, Ehud
Olmert, ordenaron al Ejército de Defensa de Israel que eleve el
nivel de alerta ante un posible ataque contra las plantas nucleares
iraníes, en 2010.
Durante
una reunión con sus principales ministros, Netanyahu presuntamente
ordenó elevar el estado de alerta a "P-plus", un código
militar reservado para las situaciones de guerra inminente, según el
informe.
El
entonces jefe del Estado Mayor, Gabi Ashkenazi, y el entonces
director del Mossad, Meir Dagán, consideraron que la orden era
"ilegal" – porque no provenía del Gabinete - y se
negaron a cumplirla.
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